Editorial: Porrúa
ISBN: 9700752917
País: México
Año: 2013
Páginas: 174
Costo: $55 E-book: $55
En: Librerías Porrúa
SINOPSIS
¿QUÉ ENCONTRÉ?
“Este libro no pretende ser ni una acusación ni una
confesión. Sólo intenta informar sobre una generación destruida por la guerra.
Totalmente destruida, aunque se salvase de las granadas”.
E. M. R.
OPINIÓN
Le tengo muchísimo respeto a este
libro porque ha dejado huella como ningún otro.
La verdad esperaba encontrar una historia simple. Sí, de la guerra, pero
muy blanda, ficticia. Lo que encontré fue una realidad directa, devastadora.
Este libro está cargado de frases
muy rudas pero que describen a la perfección lo que pasaba por las mentes y los
corazones de los que asistieron a la guerra, narra también todas las
actividades que tenían estando en el frente, muchas de ellas sin glamour ni
coraje, todas rayando en la monotonía, la melancolía y la frustración: hambre, miedo, locura.
Hay momentos divertidos, te
sientes un hombre más en el frente, convives con los soldados y te vuelves
parte de su conversación, ríes, comes, fumas con ellos, pero también añoras,
sufres, sales herido, pierdes la esperanza de salir íntegro del campo. Si un
libro no te hace sentir dentro de su historia entonces no te ha dejado nada, eso
es lo que hace esta historia inolvidable.
Leí este libro a la par de mis
alumnos de preparatoria y puedo decir que el resultado fue muy bueno, se
acercaron y comprendieron la guerra no como una mera fecha del libro de
historia que nada tenía que ver con ellos, sino como una experiencia real, que
vivieron personas reales. Definitivamente se me antojó volver a compartirlo en
otro semestre.
Según estuve leyendo, el autor en
realidad participó en la Primera Guerra Mundial, y aunque la historia sí es
ficticia, lo que Remarque pretendió fue contar las vivencias de la batalla para
generar conciencia sobre la paz.
YO LO COMPRARÍA PORQUE...
Estas historias que te
confrontan, que te llevan a una dura realidad son necesarias en la vida de cualquier lector. El libro es una
delicia capítulo a capítulo y además es muy cortito.
LO QUE ME GUSTÓ
"Nadie podía eliminarse con gallardía, porque los mismos padres tenían entonces muy a la mano la palabra <<cobarde>>. Es que ninguno de ellos tenía la la más remota sospecha de lo que iba a acontecer".
"A nuestra edad es más débil que nunca la autoridad de los padres, y las muchachas aún no dominan. Aparte de esto no existían muchas cosas más para nosotros: un poco de fantasía, algunas menudas predilecciones... Y el colegio. No llegó a más nuestra vida. Y de aquello no ha quedado nada".
"Alberto lo dice claramente:
-La guerra nos ha estropeado para todo.
Tiene razón. Ya no somos juventud. Ya no queremos conqusitar por asalto el mundo. Somos unos hombres que huyen. Huimos de nosotros mismos. De nuestra vida. Teníamos dieciocho años, empezábamos a amar el mundo, la vida; pero teníamos que disparar contra todo eso. Y la primera granada que explotó, dio en medio de nuestro corazón".
"Nos convertimos en bestias peligrosas. No luchamos conscientemente, nos defendemos a la desesperada contra el aniquilamiento".
"Nada sé de ellos. Sólo sé que son prisioneros, y esto precisamente es lo que me conmueve. Su vida para mí no tiene nombre ni culpa... Si yo supiera algo más de ellos, cómo se llaman, cómo viven, qué esperan, cuánto sufren, entonces mi sentimiento tendría un fin, se trocaría en lástima. Pero hoy sólo veo tras ellos el dolor anónimo del ser vivo, la terrible melancolía de la existencia, la falta de misericordia de los hombres".
"Estas voces, estas pocas voces susurradas a mi espalda, en la trinchera, me arrancan vigorosamente de la horrible soledad, del miedo a la muerte, en que estaba sumergido. Esas voces son más que mi vida, son algo más que el amor de una madre, algo más que el miedo; son lo más fuerte, lo más protector que existe. Son las voces de mis camaradas.
Ya no soy un trocito de vida, tembloroso, solitario en la oscuridad. Les pertenezco y ellos a mi. Todos tenemos el mismo miedo, la misma vida".
"Soy joven, tengo veinte años; pero sólo conozco de la vida la desesperación, la muerte, el miedo, un enlace de la más estúpida superficialidad con un abismo de dolores. Veo que azuzan pueblos contra pueblos; que éstos se matan en silencio, ignorantes, neciamente, sumisos, inocentes... Veo que las mentes más ilustres del orbe invetan armas y frases, para que todo esto se refine y dure más. Y conmigo vive esto mismo toda mi generación. ¿Qué harán nuestros padres cuando algún día nos alcemos, nos irgamos ante ellos y les pidamos cuentas? ¿ Qué esperarán de nosotros cuando vengan los tiempos en los que haya terminado la guerra? Durante años enteros era nuestro oficio matar; era nuestra primera misión en la vida. Nuestro saber acerca de la vida se reducía a esto: la muerte ¿Qué puede hacerse después? ¿Qué puede hacerse ya con nosotros?"
"Verano de 1918... Nunca fue la vida, ahí delante, tan amarga, tan espantosa en esas interminables horas de furioso bombardeo, cuando las caras macilentas yacen sumidas en el barro y las manos se crispan en un único <<¡No! ¡No! ¡Ya basta! ¡Ya basta!>>
Verano de 1918... Aliento de la esperanza, que revuela sobre los campos calcinados. Violenta fiebre de impaciencia. De decepción. Escalofríos dolorosos de muerte. Una pregunta incomprensible: ¿Por qué? ¿Por qué no acaba ya? ¿Por qué van y vienen estos rumores de un próximo fin?"
Nos estamos leyendo...
Ni*
Genial reseña, Ni, este libro lo tengo en mi lista desde que supe de su título por Benito Taibo... Las recomendaciones, sin lugar a dudas, es lo mejor que me pudo haber dejado este autor.
ResponderEliminarY espero comprarlo en breve, amiga. Me gusta mucho que haya tenido ese efecto en tus alumnos.
Gracias por la recomendación, ¡abrazos mil!
Athena querida, la verdad es un libro que me encantó, espero puedas leerlo pronto. Abrazos recibidos!
EliminarSi me llamo la atención el libro, me lo voy a anotar , y aparte no se ve caro así que espero leerlo pronto porque este tipo de historias me parecen interesantes.
ResponderEliminarSaludos!!